20 enero 2006

Abundancia

Los excesos son aviso de la decadencia. Hay exceso de coches hoy día en esta ciudad; hay exceso de teléfonos celulares, de computadoras, de radios y de teles; exceso de supermercados y de basura de todo tipo. Creo que nunca antes tanta gente había tenido tantos objetos, gran parte de ellos inútiles o banos, para propósitos bien prescindibles. Hay teles y tocadiscos en los coches; 2, 3 , 4 teles a color en cada casa; celulares con cámara y radio y toca música cerca del corazón de la gente. Se estrenan coches como si fueran pares de zapatos. Se usan unicel y plástico indestructibles a la menor provocación.
Parece que la gente no puede estar sola ni solamente.

La queja no es gratuita, porque parece que todos somos consumidores, unos pasivos. Y al final todos pagamos el precio, no necesariamente económico, de esas abundancias de coches que emiten lo que ya sobra. El de las ondas flotando y cruzando nuestros cuerpos día y noche por todos lados, excesivamente. El de los envases para todo.

Es bastante cuestionable el progreso.