20 febrero 2006

la reina del hogar: la tele (ni mo' q quién...)

Acabo de leer un artículo en la American Scentific sobre la adixión a la televisión. Como es el estilo de esta publicación, destacan los datos precisos y empíricos, las reacciones químicas fisiológicas observadas en experimentos, etc. Algo q me llamó la atención es q señala q hay teleadictos crónicos y moderados. Los primeros, dice, ven en promedio 4 hrs al día, mientras q los otros oscilan en las 2 o 3 para el mismo lapso. Creo q se quedan muy cortos. Por ejemplo, no mencionan un dato crucial, como la edad promedio de la población observada. Y digo q se quedan cortos porq yo conozco personitas de entre 7 y 15 años q, sin pedo, tranquilamente, se meten unas 6 a 8 horas al día en promedio. Si es q hacen la tarea, la terminan o medio terminan y en adelante todo el resto del día y hasta las 9 o 10 de la noche es tele. Sin contar con que muchas veces, casi siempre, hacen la tarea frente a la tele prendida y comen igual, y hacer la tarea es desde q llegan hasta q se tienen q ir a acostar. Esto se ve facilitado por el hecho de q sus papás no están en todo el día. Y cuando éstos llegan, llegan a lo q llaman descansar, q es prender la tele, y en lo cual los hijos les ayudan sin mucho remilgo. También cenan frente a la tele.
Y aun si los padres estuvieran más tiempo en casa, mandarían a los hijos a ver la tele mientras ellos hacen algo, salen o también ven la tele. Esto se comprueba bien los fines de semana, especialmente los domingos.

Las 4 hrs diarias del artículo me parecen, pues, poco realistas o muy localistas. Esos american scientifics no han venido a comer al mercado, a una fonda, a los tacos de pastor, bisteck y guisado en la noche, a un restaurante promedio, bar, etc., o a comprar a un changarro –de lo que sea– a México.
Basado en el puro latido, puedo generalizar q en 7 de cada 10 giros de los arriba mencionados, hay tele, mediana, a colores y con control (cosa corrientísima en estos días post) –quedan ya incluidos los puestos de masa y grasita, sean de mesa con topers o puesto taquero diurno y o u nocturno. Está pensada pal cliente, para q coma a gusto, pa q se sienta en casa, s’entretenga y no se le vaya a ocurrir estar pensando en algo (cómo, si está comiendo!!) o fijarse si pasa una cucaracha por el comal o si está limpia la bata de la señora. El dependiente confía en el aparato como factor de atraxión un punto más q lo q potencialmente puede atraer su sazón o la grasita con chile, si de comida hablamos.

Pero el cliente llega, come y se va. El pedo q nos compete, a mí y a los american scientifics es con los q se quedan, los q atienden. Yo he visto a esta gente despachando con los ojos imantados al televisor, y cuando la cosa va floja y no están despachando están letárgicamente entregados al abrazo lumínico escandaloso de la reina del hogar-bisne.
Muchos destos negocios funcionan unas 10 a 12 hrs seis días a la semana o a veces siete, sin personal de relevo regular, los más. Desde q llegan, y antes de “persinarse”, mientras barren o pican la uva, o preparan, o sacan, o etc., ya tienen el set en on. Y así se la llevan gran parte del día. Sí, a ratos cansa y la apagan, pero casi nada, porq ya van a empezar las noticias, ándale, o mi comedia, o ponle a ver quién gana hoy o a ver si se llevan el coche, te imaginas... No son 4 hrs. Acá, no.
Pongo 2 ejemplos, pero ya tengo otros dos listos x si alguien pregunta.

1 comentario:

Diana dijo...

Yo casi mato a un tipejo que estuvo a punto de estrellarse a mi auto por venir viendo la tele del suyo. Es el colmo. Un saludote.