Fin de año

Apenas me he dado un respiro para entrar a este espacio cada vez más perdido.
Es intrigante la forma en la que se va el tiempo volando todos los días. No me da tiempo de nada. Menos cuando doy clases. Por cierto, esta vez me llevé el peor de los chascos. Ya me había pasado una vez, pero yo y mi gran inocencia caímos nuevamente con la misma piedra.
Por 6 largas semanas, 2hrs diarias, de lidiar con un grupo de alumnos reacios, apáticos y tozudos pero también exigentes, recibí miserables pinches mugrosos 2 mil 735 inútiles pesos. Qué mierda tan triste y miserable; tanto esfuerzo gramático-pedagógico para eso. Sobre todo porque detrás de las hrs clase hay hrs trabajo, chingao... Desde el principio sentí una especie de barrera entre ellos y yo. Cuando pasa eso las cosas suelen no ir muy bien. Tras las primeras dos semanas la cosa se alivianó y ai la fui llevando. Me tocó una alemana muy exigente y "atingente", un francés "sobrecalificado", quesque, y una inglesa poco dada a hablar y a participar; también un gringo con voz de pajarito y no muy despierto. Posteriormente se integró un compadre indonesio más alivianes que dio la nota alegre y relajada, a veces, al curso.
Fue buena experiencia, diferente, porque siempre había sido yo el "buen maestro", el "maestro chido", etc. Ahora no hubo precisamente porras desde un principio, ni es el chiste, claro, pero siempre ayuda tener algo de buena disposición en la clase por parte de los alumnos.

La enseñanza del español es muy placentera, pero también algo talachuda y a veces frustrante para quienes queremos materiales como los que vemos q se usan en la lengua inglesa. Pero no hay comparación; los angloparlantes tienen décadas de adelanto en "vender" su lengua. Y lo hacen muy bien.

Bueno, tras haber terminado este curso, espero andar por acá con más frecuencia.