05 mayo 2008

Fernando Franco Delgado

Hoy se conmemoró el 2o aniversario de la masacre de Atenco llevada a cabo por los tres niveles de (des)gobierno. Javier Solórzano entrevistó el 2 de mayo a Bárbara Italia, detenida y víctima de los abusos inenarrables cometidos por los inhumanos empleados con pistola del gobierno(?).

Este domingo 4 de mayo conocí a Marcelo Franco Frías, padre de Fernando Franco Delgado, uno de los jóvenes muertos en Ecuador tras el ataque del ejército de Colombia. Lo vi en la manifestación por la matanza de Atenco, que salió de este poblado, llegó al Ángel y de ahí a la suprema corte de justicia de la nación (en minúsculas, como es su actuación). Mi chava y yo íbamos a comprar algún bocadillo para aguantar en lo que llegaba el contingente atenquense y en eso va pasando Marcelo; mi chica lo identificó porque ella estuvo en Atenco el sábado, y me dijo que fue devastador escuchar lo desgarrante que fue para este padre de familia la pérdida de su único hijo.

Lo saludamos y mi chica le dijo que su discurso el día anterior la había conmovido muchísimo y que lo acompañaba en el dolor. El hombre comenzó a agradecer y a lamentar que se mate a la juventud que no se alínea al sistema, que no se queda conforme con lo que dicen la tele y la "ley". Su hijo, Fernando, le decía "albóndiga" de cariño, porque Marcelo está algo pasado de peso. Dijo que eran como carnales, como compas, porque a pesar de que Marcelo vivía fuera del país, se comunicaban mucho, y tenía 8 años que no veía a su hijo. Al escucharlo aflora que se llevaban poca madre, más allá del rol tradicional padre-hijo en un rollo de autoridad. Marcelo debe andar por los cincuenta años, pero tiene un espíritu de juventud rebelde, consciente, inconforme, crítica... y un profundo resentimiento por la pérdida más grande y sentida que ha sufrido hasta ahora en su vida.

Recientemente "albóndiga" le dijo a su hijo que se tomaran un descanso de todo, que se fueran a dar una vuelta un rato por el mundo, ellos dos, porque la mamá, hace años que se separó de ellos, así que eran ellos dos... ya no se pudo.
Marcelo reflexiona que cómo es posible que en un ataque en el que los cuerpos de los asesinados quedaron como plastilina derretida (literalmente), se haya salvado una computadora en la que había información que revelaba que los estudiantes eran "guerrilleros"; ¿qué bomba derrite cuerpos humanos y respeta compus?
Marcelo no contuvo las lágrimas cuando dijo que para él Fernando (Chak, como él le decía) no ha muerto, pues le sigue preguntando y consultando sobre qué van a hacer ahora que las cosas están como están...sabe que Chak lo escucha, pero lamenta que no pueda responderle.

Otra cosa que comentó Marcelo, y que hace reflexionar hasta qué grado llega la impotencia del sometido ante el imperio y sus grandes medios de dominación mental, fue la necesidad de formar grupos que venguen la muerte de los injustamente asesinados. Para los medios y el sistema éstos son los grupos terroristas que buscan desestabilizar la "paz" social que "todos queremos" y que "hemos conseguido duramente por la vía democrática". Son los "terroristas", los "transgresores de la ley y el orden", que por motivos "desconocidos", reclaman demandas para sus propios intereses.

Justamente por esto surgen los grupos reivindicadores y justicieros, es decir, "terroristas", en el lenguaje de los poderosos, o de lo que Chomsky llama Emperadores. Es como esos mails de naco vs. Fresa. Naco corriendo, “raterillo”; fresa corriendo, “deportista”. Entonces, dice Chomsky que si el "Estado" comete actos de terror, es "aplicación de la fuerza legítima" o de "medidas necesarias de seguridad"; en manos de grupos de gente desesperada por la ausencia de atención y justicia: "actos terroristas".

El terrorismo es creación de los poderes institucionalmente establecidos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La madre de Fernando siempre tuvo una relación cercana con é y Fernando la adoraba. Lamento mucho que tu entrevista esté llena de mentiras y acusaciones sin fundamentos. Fernando era un hombre excepcional, lleno de sabiduría y amor por su familia y precisamente Marcelo fue la persona que más lo lastimó con su pensamiento retrógrada y misógino. Perdiste tu tiempo intentando sacar verdades de alguien que ha vivido en un mundo de mentiras y abuso hacia sus propios hijos y familia. Fernando merece un legado verídico y Marcelo jamás te lo proporcionará.