13 abril 2009

Pantitlán, Pantitlán

Uno de los espacios de servicio de transporte público más horribles de todo el planeta: el metro Pantitlán, donde confluyen 4 líneas del metro, miles de combis (peseras), otros tantos de chimecos, pseudo chimecos y microbuses, todos vetustos, inoperantes, caducos, esqueletos mugrosos que milagrosamente avanzan y profusamente contaminan. Estos adjetivos no son exagerados cuando se está al pie de la banqueta para entrar al paradero a las 7 de la mañana; y puede ser desde las 6am hasta el mediodía y otra vez desde las 5pm hasta las 8 de la noche, con breves ratitos de tregua en la que sigue flotando, eso sí, la natota de smog despedida por los escapes.
Falta contar los rateros, violadores y traficantes de drogas, los pedigüeños, los personajes, los taxis, los regulares y los piratas, los micros piratas con sus checadores y cobradores (que los "buenos" también tienen), los vendedores de cualquier inverosímil mercancía, que se comen tres cuartas partes del paso, los vendedores de fritanguita que hace que los cinco sentidos se involucren en esta experiencia dantesca; claro, están también los piratas de muvis, a quienes no puedo dejar de agradecer joyitas como la inconseguible película Ex-Drummer (¿cómo llegó a un puestito del metro Panti esta rareza belga? http://www.exdrummer.com/main.html).

Unas malas fotos del lugar, pues... (súbale, lleva lugares...)












Las fotos, es verdad, no hacen mucha justicia a la queja. Es difícil acercarse a la gente en este lugar, se sacan de onda, creen que es uno de la dele o que anda uno buscando pedo, denuncia, etc. Espero en breve colgar por acá algo más involucrado que refleje el sabor (tan pinche feo) de este destino turístico.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

tssss el puro barrrio. la pantis involvidable. algun dia regresare

Anónimo dijo...

Trae muchos recuerdos, coinsido algun dia... espero no miy lejano.